Se conoce como mala circulación a la dificultad que tiene la sangre de pasar por arterias y venas. Para saber si padecemos mala circulación es muy importante conocer qué signos y síntomas nos pueden delatar su existencia, acá te los contamos.
La mala circulación puede identificarse por medio del surgimiento de algunos signos y síntomas, como pies fríos, hinchazón, sensación de hormigueo y piel más reseca, lo cual puede suceder debido al uso de algunas píldoras anticonceptivas, sobrepeso, envejecimiento o por el hecho de permanecer mucho tiempo de pie.
Es importante identificar la causa de la mala circulación, así como los síntomas que están presentes y la frecuencia con la que se manifiestan, ya que de esta forma es posible que el especialista indique el tratamiento adecuado para ayudar a aliviar los síntomas.
Pero en general si notas los pies hinchados, si notas tus pies más fríos de lo normal, si sientes una sensación de hormigueo, quizá sufres problemas de circulación.
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¿Por qué tengo mala circulación sanguínea?
La mala circulación en las piernas y en los pies puede suceder como consecuencia de diversas situaciones:
Con el exceso de peso y sedentarismo el retorno venoso se vuelve más difícil lo que provoca hinchazón y cansancio en las piernas.
Permanecer mucho tiempo de pie, sentado o con las piernas cruzadas dificulta retorno de la sangre hacia el corazón.
Durante el embarazo la mujer produce más líquido para mantener la irrigación de la placenta y esto dificulta el trabajo de las venas. Además, la producción de la hormona relaxina provoca la dilatación de las venas y dificultando el retorno de la sangre al corazón.
El natural envejecimiento de los vasos sanguíneos puede interferir en la circulación y llevar al surgimiento de síntomas de mala circulación.
Las hormonas presentes en los anticonceptivos pueden elevar el riesgo de formación de trombos en algunas mujeres y pueden interferir directamente en la circulación.
Enfermedades crónicas, como hipertensión y diabetes pueden tener también como consecuencia una mala circulación, especialmente si el paciente no recibe el tratamiento correcto.
Síntomas que me deben poner alerta
Identificar los síntomas y la frecuencia con la que se manifiestan es esencial para ponernos en manos del médico especialista para que nos indique el tratamiento adecuado.
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Estos son los síntomas más frecuentes:
Frío en las extremidades: Es uno de los principales síntomas de la mala circulación. Debido a que a la sangre le cuesta llegar más a los extremos del cuerpo, se produce un descenso de la temperatura corporal en las zonas afectadas.
Sensación de hormigueo y picor
El entumecimiento u hormigueo en las extremidades indica que los depósitos de grasa están bloqueando el flujo sanguíneo en las arterias. De esta manera, se impide que la sangre fluya a las extremidades produciendo sensación de adormecimiento.
Agotamiento constante
Nos avisa que no están llegando los nutrientes necesarios a nuestro cuerpo. La sangre se bombea más despacio y, por lo tanto, el transporte de oxígeno, vitaminas y nutrientes hacia nuestros músculos es más lento. No es normal que nos pese el cuerpo o incluso nos cueste movernos de lo habitual.
Aparición de las arañas vasculares
Llamadas técnicamente telangiectasias, tienen un aspecto reticular, su color suele ser rojizo o azul y se producen en la capa más superficial de la piel. Es muy importante saber que no conllevan un problema mayor de salud, sino que son más un problema estético, pero son un indicador de algo que podría ser más grave.
Aparición de varices en las piernas
Se producen debido a la debilidad de las paredes venosas y el mal funcionamiento de algunas válvulas, lo que acaba produciendo una acumulación anormal de sangre que provoca que las venas se ensanchen y dilaten.
Hinchazón en pies y manos
La fuerza de gravedad hace que la sangre se concentre en la zona de los pies, y a la mayor dificultad para el retorno venoso debido al aumento del propio flujo, puede producir este síntoma. Pero ojo, porque el exceso de líquidos podría tener también su origen en un problema renal.
Cianosis o ligera coloración azul en la piel
Cuando la circulación no es adecuada no llega a la piel la concentración de oxígeno requerida, ocasionando estos síntomas visibles. Aparecen sobre todo en las puntas de los dedos y en los labios.
Cicatrización lenta de las heridas
Puede producirse cuando el sistema inmunitario no funciona correctamente. Como consecuencia de una mala circulación, los glóbulos blancos responsables de la misma no viajan a la velocidad adecuada, ya que la sangre no puede transportarlos.
Úlceras en las piernas y en los pies
Son pérdidas de la piel (en todas o alguna de sus capas) que no cicatrizan bien y que pueden ir acompañadas de inflamación. La causa más frecuente es la mala circulación de la sangre (úlceras arteriales y venosas).
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